viernes, 11 de enero de 2008


LA VIDA ES UNA GRAN VIAJE, UNA GRAN AVENTURA, LLENA DE CHOQUES Y SORPRESAS. ¿CUÁNTAS VECES NO DESEAMOS HABER TENIDO NUESTRA MÁQUINA DEL TIEMPO Y VIVIR DOS VECES EL MISMO MOMENTO O BORRAR ALGUNO?

El viaje a través del tiempo esta llegando a su fin, pensó resignado y con un lagrimón rozando sus mejillas. Aún así me queda un último destino, aquel en donde comenzó todo, la más grande mis aventuras por emprender, mi desafío constante…el presente.
Nuestro amigo había descubierto innumerables cosas a lo largo de su viaje…como la vida en comunidad del hombre de las cavernas, los misterios de las brujas, la sapiencia de los dioses griegos, la alegría y amor de los hippie, las maravillosas vidas de los egipcios y la extraordinaria inteligencia de los aztecas. Se sorprendió en todos y cada unos de los momentos, incluso en aquellos más dolorosos o desagradables, todo formaba ya parte de su historia o del pasado, pero estaba tan presente en él como ninguna otra experiencia. Dejar las ratas de laboratorio, experimentar las horas de trabajo y esfuerzo preparando el viaje, incluso luchando con su ansiedad, valieron la pena. Ahí estaba él, complacido de no haberse bañado y comido con sus manos junto a los picapiedras, haber apreciado las maravillas del imperio azteca, ser convertido en sapo y luego besado por una señora con una gran verruga en la nariz, haber caminado horas por el interminable desierto, escuchar las grandes historias de Zeus, Eros, Poseidón y vivir el amor y la paz a puro color junto a los hippie. Pero le esperaba el más grande de los destino, había crecido, y esta listo para afrontar aquello de lo cual estaba dudando y que había sido el porque de su viaje…su presente. Al legar a destino decidió antes que nada abrir su mochila, sus elementos lo habían acompañado a lo largo de su viaje y sus recuerdos junto a ellos eran innumerables…

Cada guía, en resumidas palabras sacará aquel elemento que consideró el más importante a lo largo del viaje, el de más ayuda y el recuerdo más bonito que haya logrado.

Comprendió que su pasado no hace más que contribuir, positiva o negativamente, a su presente y que de cada una de sus experiencias debía poder sacar lo más importante para poder alimentar el más grande de los misterios del hombre…su espíritu.
Ahora estaba listo! Es hora de continuar…pero esta vez pensó que su punto de partida sería ese momento y su destino incierto, pero cargado de augurios positivos para estar siempre mejor, siempre listo, para servir, para seguir siempre adelante.

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